Claroscuro
(Lilian Neuman)
Three Pines no existe como tal,
pero Louise Penny vive en esa zona de Canadá, cerca de Vermont, y de
sus pequeñas poblaciones, de sus vecinos y del carácter de las
personas ha llegado a una quintaesencia extraordinaria. De este
pueblo, (pese a que siempre tiene que aparecer un cadáver y el
ambiente se corta con tijera), se añora al dar vuelta la página el
color del amanecer, las primeras voces en el bistrot de Olivier y
Gabri, el aroma del croissant recién horneado, las vistas
desde el hotel en lo alto, las conversaciones en la librería de la
estupenda Myrna, los pasos en el bosque helado y las pullas verbales
entre la mejor poeta de todos los tiempos que solía pasearse por
allí con su mascota; una pata que ahora ha emigrado y ella espera
cada día, con la mirada en el horizonte, convencida de que va a
volver.
Es
novela policial de corte clásico. Sin embargo,
reseñar esta entrega de la serie del inspector jefe de la Sûreté
de Quebec, Armand Gamache, requiere dejar de lado cualquier especialización.
Arte, ética, sensibilidad, fatalidad histórica,
sinceridad, capacidad de superación y cambio... Estas novelas
exploran distintos asuntos que importan, y que son observados con
lente extraordinaria, una mirada grande en un pequeño pueblo de los
Cantones del Este que no figura en el mapa de Canadá.
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Louise Penny |
Louise Penny (Toronto, 1958) se inició como periodista, profesión
que abandonó para dedicarse por completo a sus novelas. En España
se tradujo la primera de la serie -Naturaleza muerta (Factoría
de Ideas, 2009), y desde 2015 Salamandra publica las novelas de Penny
(premiadas una y otra vez), empezando por la que en verdad es la
quinta entrega, Una revelación brutal. Le siguen Enterrad a
los muertos y El juego de la luz. Y sepa el lector (qué
alegría) que hay cinco novelas posteriores por traducir (puestos a
pedir, también se podrían traducir las anteriores). Penny escribe
en inglés y en Enterrad a los muertos describía las
relaciones entre la comunidad anglófona y francófona de Quebec.

En
este paisaje de pequeñas grandes vidas cotidianas, en donde se
invitan a comer en casa o se encuentran en el bistrot, se cruzan
delirios verbales, pullas y comentarios de un humor entre bestia y
refinado. Y mientras se expande el enigma (como una mancha lenta y
viscosa) que Gamache tiene que resolver.
Culto, educado, cercano, aunque
vive con su esposa en Montreal adora ese pueblo, donde ha persistido
y donde ha cometido errores (uno de ellos, el que hace Olivier del
bistrot no soporte mirarlo a la cara). Gamache ha tenido que
recuperarse de un duro golpe en un operativo que casi le cuesta la
vida, también a su mano derecha Jean Guy Beavoir, y en el que
murieron varios de sus agentes.
De
eso ninguno de los dos ha salido indemne. La verdad, esta novela va
en busca de los grandes golpes, esos ataques al alma que dejan a la
gente maltrecha, y por años, o por toda la vida. Y la novela expone,
a través de dsitintas biografías -galeristas, pintores, ex pintores, ex
críticos, miembros de Alcohólicos Anónimos, ambiciosos y
envidiosos, depredadores, honestos o rehabilitados- cómo es posible
-o no- salir adelante por encima de la vejación, el dolor y la
humillación.
Lo
he dicho antes: esto es una novela de intriga: Clara, excelente
pintora, ha conseguido llegar a la más importante galería de arte contemporáneo. Y esa misma noche, cuando todos -galeristas,
pintores, marchantes, vecinos, locos, críticos de arte- están
festejando en su casa, luego del prometedor vernissage,
alguien será asesinado en su jardín. Pero antes de que el cadáver
sea encontrado, antes de que se ponga en marcha la obsesiva
investigación liderada por Gamache (y que lo llevará a su brillante
desarrollo con final a lo Poirot), conviene decir que aquí hay
sucesión grandes momentos, con crimen y sin él.
Uno de ellos,
cuando Gamache se detiene en los ojos de un retrato pintado por
Clara, en una mirada que puede ser luz, y que puede cambiar nuestra
forma de ver el arte y la vida. O puede ser lo que quizás sea todo
en estas vidas, en nuestras vidas: un falso destello, una burla en la
oscuridad.
El
juego de la luz
Louise
Penny
Salamandra
Traducción
de Maia Figueroa
446
páginas
19,00
Euros
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