Lennox, uno de los nuestros
(Rosa
Mora)
Lo mejor de las novelas de Lennox, el
detective privado creado por Craig Russell, son el propio investigador y el
Glasgow de los años cincuenta, que el escritor escocés reconstruye
magníficamente. El sueño oscuro y
profundo es la tercera de la serie y la progresión, evidente. Cada nuevo
título me gusta más que el anterior.
Lennox es heredero de los detectives clásicos
norteamericanos. De padres escoceses acomodados, creció en la costa oeste de
Canadá, donde asistió a los mejores colegios. Durante la II Guerra Mundial se
alistó en la Primera División Canadiense. Cuando fue desmovilizado sin
demasiado honor (vendía medicamentos a la población civil), se instaló en
Glasgow (Escocia) y empezó a trabajar como detective privado. Tiene una oficina
en Gordon Street pero pasa bastante tiempo en el Horsehead, donde suele
encontrarse con el policía Jock Ferguson, compañero de armas que suele pasarle
información a cambio de almuerzos y copas. En Lennox, la primera entrega de la serie, el detective tiene 35 años.
Es cínico, escéptico, duro, simpático,
divertido y tiene sus dosis de humanidad. Vive en una casa victoriana, de cuya
casera, la viuda Fiona White, anda enamorado. Le gusta vestir con cierta
elegancia y lleva sombreros Borsalino. Reconoce que la guerra le ha cambiado.
Su temperamento es explosivo y tiene tendencia a expresarse con brutalidad
física; una vez se dispara le es difícil controlarse. Su arma preferida es una
porra de mango flexible. “Algo había pasado conmigo después de la guerra y
seguía sin gustarme en la persona en que me había convertido”, dice.
Estamos en 1955 y Lennox pasa por una buena etapa. Acaba de resolver tres casos de divorcio y
uno de desaparición, se ocupa del transporte semanal de la nómina de unos
astilleros, tiene un dinerillo ahorrado y quiere mantener distancias con el
triunvirato del de crimen, los Tres Reyes: Johnny Cohen, el Guapo; Martillo Murphy, el más voluble, violento y vengativo;
y Sneddon, el que más ha progresado y
que ahora reinvierte la mayor parte de sus ganancias ilícitas en negocios
legales y paga sus impuestos con puntualidad. En 1948, se repartieron Glasgow y
Lennox había aceptado algunos de sus encargos.
Los supuestos restos de Joseph Gentleman Strachan, un ladrón muy fino e
inteligente que dio audaces y suculentos golpes en la década de los treinta,
son hallados en las profundidades del río Clyde, lo que desata todo tipo de
especulaciones y se sospecha una vez más de los Tres Reyes. Las hijas gemelas
de Strachan, Isa y Violet, encargan al detective que averigüe quién les envía
cada año 1.000 libras; creen que es su padre o alguno de sus amigos. Casi al
mismo tiempo, Lennox debe resolver un caso de chantaje: un popular actor
norteamericano, John Macready, ha sido fotografiado en actitudes sodomitas con
nada menos que el hijo y heredero del muy importante duque de Strahlorne, rico
propietario de media Escocia.
Lennox recibe tantos mamporros como da y las
muertes violentas se suceden. Le ofrecen tanto dinero por estos dos casos que
no se lo cree, como siempre bordea la legalidad y como siempre le amenazan con
retirarle la licencia. ¿Por qué hay tanto interés en que no descubra la verdad
de Gentleman Strachan?
El investigador se mueve en el Glasgow del
carbón y la humedad, donde la niebla se mezcla con el humo tóxico de las
fábricas. Una ciudad cuyos principales pasatiempos son el fútbol y el alcohol,
de una riqueza vulgar y ostentosa, como si tratara de hacer oír acallando la
ensordecedora pobreza. Lennox afirma que no es izquierdista pero le enfurece la
injusticia y la pobreza.
Lennox es muy diferente de Jan Fabel el
comisario de policía de Hamburgo (Alemania), también creado por Russell. Este
es serio, concienzudo y sin sentido del humor. Lleva 20 años en la policía y
tiene pesadillas con los casos que no logra resolver. De Fabel, Roca Editorial
ha publicado cinco novelas (Muerte en
Hamburgo, Cuento de muerte, Resurrección, El señor del carnaval y La
venganza de la valquiria). De Lennox, tres (Lennox, El beso de Glasgow
y El sueño oscuro y profundo).
Craig Russell (Fife, Escocia, 1956) es un
europeísta convencido. Documenta muy bien sus novelas, sus tramas son
excelentes y mantiene el suspense hasta el último minuto. En El sueño oscuro y profundo, el final es
sorprendente y revela la compleja personalidad de Lennox. Con muy buen ritmo y
diálogos ágiles, esta, como todas las novelas del escritor escocés, es muy
recomendable.
El sueño oscuro y profundo
Craig Russell
Traducción de Santiago
del Rey
Roca Editorial, 2013
350 páginas 12,95 Euros
350 páginas 12,95 Euros
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